Me cambio de nombre o de país
En la era en la que todas las opiniones valen, y todo el mundo es conocedor, o incluso experto, del derecho tributario y de la fiscalidad aplicable a los futbolistas, empezamos a ver de continuo a personajes públicos en las noticias de las tres, y no precisamente en la sección de deportes o de sociedad.
No hay en España ahora un plan de control tributario contra las lámparas que atraen a los mosquitos. Ni contra los que se llamen Cristiano. No es cierto. Y él no está ahí por llamarse Cristiano. Si se llamara Manolo y hubiera montado distintas sociedades en paraísos fiscales con una estructura sin sustancia también estaría ahí. Si la inspección pensara que Argimiro solo tiene empresas en el exterior para tributar menos también estaría ahí. Nosotros tenemos en el despacho a personas cuyo nombre es tan sencillo como Salvador, Juan, Vicente… y también están ahí.